domingo, 2 de junio de 2013

La exclusión social.










La bellísima fotografia de Bernardo Pérez nos muestra como un grupo de hombres de Bangui, en el rio Ubangui, unidos por un finísimo hilo pueden afrontar la difícil tarea de la pesca en un lugar cuyo fondo está poblado por cocodrilos. La superviviencia y la posibilidad de lograr alimento hace que aúnen sus fuerzas para poder vivir. Aún a riesgo de la propia vida.

La República Centroafricana es noticia como uno de los lugares del planeta dónde la vida y la muerte codo a codo forman la cotidianidad de millones de personas. No es que vida y muerte se vean la cara solo en este rincón del planeta pero quizá si sea uno de los lugares dónde la crueldad, la explotación y la exclusión se dan de una manera más despiadada y cruel.

República Centroafricana es un lugar donde la explotación del hombre por el hombre, la dominación y la exclusión nos cuestionan qué cosa es esta que domina a los humanos, más bien deshumanizados, que hace que se torture al semejante sin escrúpulos.

Belgas y franceses explotan su subsuelo y sus gentes, para extraer diamantes y oro, verdadero manantial de riqueza, empleando todos los medios posibles para excluir a la mayoría negra que puebla estas tierras. Pero a su vez los negros son absolutamente crueles con la población de pigmeos a los que a su vez excluyen y mantienen apartados de toda posibilidad de lugar social.

Los excluidos, excluyen.

Esta cadena de dominio y sufrimiento pone una vez más de actualidad el tema de la pulsión de muerte y del oscuro horizonte del ser, donde las tendencias estructurales de los sujetos atraviesan y marcan su historia y la historia de la humanidad con lo que insiste y no deja de repetirse.    



No hay comentarios:

Publicar un comentario