Albert Camus, sus obras: El Extranjero, El mito de
Sísifo, El hombre rebelde, El primer hombre, La peste, Calígula… Una tras otra
nos muestran aspectos del hombre, del ser, del sin sentido y lo absurdo de la
existencia.
Argel,
la muerte, el sol. El sol siempre como compañero bajo el cual se desencadenan
momentos de desorientación y angustia desde dónde Camus nos muestra a la vez lo
cotidiano como acontecimientos sin importancia, en apariencia, y a la vez las
irreparables consecuencias de los actos en un contexto en el que las
diferencias y la falta de valores se
vuelven contra los sujetos marcados por un mundo en el que la pulsión de muerte
está especialmente presente, sobre todo después de una Europa devastada por la
guerra y de sus efectos en los sujetos.
¿Qué
salida le espera al hombre si la pulsión de muerte reside en el corazón mismo
de su ser y se le muestra a cada paso
contra sí mismo?
¿Qué
puede hacer el hombre con su tendencia destructiva?
¿Cabe
esperar del hombre que oriente su ira y su dolor de un modo que no produzca
exterminios o que sea capaz de no someterse a fenómenos de multitud alienada
que sigan sin apenas enterarse el camino de la
servidumbre y la debilidad mental con el terrible peligro de efectos de
destrucción colectiva e individual?
¿Cómo se
las arregla cada cual con el no hay
sentido?
La
lectura de Camus nos pone de cara frente a estos temas por fuera del discurso
religioso y del discurso dominante.
El hombre rebelde es el que dice que no, el que
se niega a la sumisión, esta es la idea de dignidad que transmite Camus. No a
la sumisión. Decir que no con los otros frente a un proyecto común. Hay un
límite, una frontera ante la cual es intolerable ceder.
“La
rebelión va acompañada de la sensación de tener uno mismo, de alguna manera y
en alguna parte, razón… no ser oprimido más allá de lo que puede admitir” pag.
17
“En
sociedad el espíritu de rebelión no es posible sino en los grupos en que una
igualdad teórica encubre grandes desigualdades de hecho”
De gran
interés es en El hombre rebelde es el recorrido que hace Camus por diferentes
figuras del pensamiento de los últimos siglos que nos llevan a plantearnos debates
en torno al mal, a la muerte, a la sexualidad, a la noción de Dios. Así analiza
y razona planteamientos de Scheler, Sade, Nietzsche, Lautréamont y
Rimbaud…tratando de situar la rebeldía en relación a la dignidad.
Todo el
debate que plantea Camus nos sirve en el momento actual para volver a pensar
los temas candentes de Europa en un momento de cierta fragilidad para su
estabilidad.
Camus
escribió sus obras bajo los efectos de las grandes guerras europeas y cuestionó
los desgastados principios de la sociedad contemporánea.
La
condición del sujeto es tratada desde diferentes ángulos en sus escritos, tanto
en las novelas como en las obras de teatro, El malentendido y Calígula. Y de una manera especial retrata
la piedra con la que cada uno conviene que se las arregle en la vida en El mito
de Sísifo.
Muy
recomendables lecturas para todo aquel que esté interesado en las complejidades
del ser.
Ana
Ramírez.
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